Imágen de Christian Shloe
12 abr 2014
Porqué nos aferramos al dolor
Cuando sufrimos experiencias dolorosas a veces nos aferramos a ellas para entenderlas, para encontrarles algún sentido en nuestra vida. Pensamos en cada detalle de lo ocurrido, lo damos vuelta una y otra vez, revivimos la experiencia, pensamos en los distintos escenarios que se podrían haber dado, el porqué pasó lo que pasó. Pero en medio del dolor nos olvidamos que solo al soltar la experiencia, sentirla por el tiempo que haya que sentirla y luego dejar ir esos sentimientos, solo entonces al volver la calma y la claridad es que podremos recién empezar a encontrar un sentido y qué es lo que tenemos que aprender de lo vivido. Hace falta llorar, enojarse, angustiarse, asustarse e incluso negar por un tiempo lo vivido cuando se hace demasiado difícil de procesar. Dejar que las emociones tomen su curso natural, pero lo más importante es traer la mente de vuelta al presente cuantas veces sea necesario, soltar el pasado. No olvidarlo, sino soltarlo, porque solo así encontraremos sanación y podemos volver a vivir y disfrutar realmente el presente.
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