Mostrando las entradas con la etiqueta Sanación. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Sanación. Mostrar todas las entradas

9 feb 2015

Los Ciclos en los Procesos de Sanación

Cuando vivimos una experiencia difícil muchas veces seguimos adelante, porque la vida nos obliga a seguir, ya sea por subsistencia, responsabilidades, presiones sociales o simplemente porque ya queremos dejar atrás esa experiencia y las emociones que conlleva. Pero dejarlo atrás y sacarlo de nuestra mente consciente no significa necesariamente que lo hemos resuelto y hemos sanado esas emociones, sino que tan sólo lo hemos archivado en nuestro subconsciente para revisarlo más tarde o incluso postergarlo indefinidamente. El tiempo sigue y nosotros seguimos con nuestras vidas y así también nuestro subconsciente sigue con su propio trabajo, asimilando experiencias diarias, guiando nuestra intuición y revisando nuestros archivos para ver qué temas tenemos pendientes o cuales ya se pueden cerrar. Esto no es al azar, sino que cada cosa tiene su momento y prioridad. ¿Cómo es que el subconsciente escoge los temas a trabajar? Lo hace revisando los siguientes puntos:

- ¿Está afectando la vida actual, haciéndola más difícil?
- ¿Pasó algo que directa o indirectamente recuerda esa situación, como un lugar, una persona, un gesto, etc.?
- ¿Se está cumpliendo algún ciclo desde el evento, como un mes o un año?

Y es así como a veces aparecen emociones que no entendemos de donde salen o reaccionamos de manera inadecuada o desproporcionada a la situación actual. Ahí es donde tenemos que darnos el espacio para reflexionar y preguntarnos ¿Qué tengo que aprender de esto? ¿Qué necesito sanar? Lo más probable es que no encontremos la respuesta inmediatamente, pero dándonos el espacio de introspección y conexión con nosotros mismos podremos avanzar en el proceso de sanación. Puede ser con la ayuda de un terapeuta, meditando, alguna expresión artística como el canto o el dibujo, o de manera más activa como caminando, corriendo, bailando o saliendo y contactándonos con la naturaleza.

Lo importante es darnos de vez en cuando el espacio para sentir aquello que no nos permitimos sentir antes y luego soltarlo. No es aferrarse a ese sentir y estrujarlo tratando de resolver todo de una sola vez, sino darse un espacio sano y luego soltar. Aferrarse a un sentir agota nuestro sistema nervioso y altera nuestra vida y la de quienes nos rodean. Los espacios sanos de sentir es entregarse a ello una o máximo dos horas y luego cambiar de tema realizando otras actividades. Pero también tiene que ser con cierta periodicidad, como una vez a la semana, para que el subconsciente tenga el espacio y momento para expresarse. Por eso por ejemplo las horas a los psicólogos son una vez a la semana.

No es que todos siempre tengamos temas que tratar, pero hay momentos en que hay señales que nos indican que debemos darnos espacios de sanación como el stress, muchos sueños vívidos con alta carga emocional, explosiones de llanto o enojo, ataques de pánico, lagunas mentales, insomnio por pensar mucho y varios otros síntomas que no son más que estos temas acumulados que empiezan a juntar tierra y se ven cada vez más grandes y pesados, pero está en nuestras manos lograr el valor para enfrentar esto que muchas veces se ve más grande de lo que es e ir sacando y limpiando lo que hay dentro de nosotros y tomar ese primer paso hacia nuestro bienestar.


4 abr 2014

Volver al nosotros

Cuando la vida nos golpea surge una avalancha de emociones que nos sacan de nuestro centro. Podemos huir de estas emociones trabajando o manteniéndose ocupados. Podemos tratar de entender lo que nos pasa analizándolo de manera lógica. O podemos sumergirnos en estas emociones dando rienda suelta a lo que sentimos, alejándonos por el tiempo que sea necesario del mundo cotidiano.

 Pero el verdadero camino de sanación es el arduo camino hacia nuestro centro, nuestro yo interior o superior, nuestro guía interno, nuestro espíritu. Aunque las vivencias, nuestros pensamientos, las emociones nos arrastren como un torbellino cada día, cada día hay que tomar ese camino de vuelta a nosotros mismos, aunque sea arduo, aunque pueda ser doloroso, aunque parezca que hoy no podremos llegar. Cada día hay que avanzar un paso más hacia se lugar en nosotros en que nuestras emociones y pensamientos están en equilibrio, donde reside nuestra sabiduría, el amor, la compasión, la claridad y el silencio la calma anhelados.

Y cada día que nos esforcemos por llegar a ese lugar en nuestro interior se hará un poco más fácil, cada vez se hará un camino más conocido, cada vez dolerá menos y en algún momento, en vez de un arduo camino será volver al lugar de paz, de tranquilidad, de armonía, el hogar dentro de nosotros mismos, ese lugar donde nos sentimos acogidos y seguros. Y no solo será cada vez un menor camino a recorrer, sino un espacio interior en el que podremos estar con más facilidad y traerlo a nuestra vida cotidiana.

Aún así siempre habrá situaciones en nuestra vida cotidiana que nos puedan sacar nuestro centro, pero mientras mayor sea nuestra práctica de paz interior, más fácil será volver a ella.

Imágen de Paul Monteagle

14 mar 2014

Detenernos

Cuan necesario se hace volver a la caverna en nuestro interior después de una larga lucha. Cotejar lo ganado y lo perdido, darle el tiempo y el espacio a nuestras heridas para sanar y descubrir en quién nos hemos transformado, cuantos cambios hemos vivido, quién soy hoy en día. Si todavía estoy en mi camino, si me perdí en el bosque o si mi camino hoy es otro.

Imágen de Jia Lu

Toca revisar la coherencia entre mis acciones, mis palabras y mis pensamientos que se han alejado tras seguir un vertiginoso paso hacia lo que creía mi destino. El destino aún puede ser correcto, pero no necesariamente el como lo estoy recorriendo, darme cuenta de qué cosas valiosas he dejado atrás y qué cosas arrastro conmigo que ya no nos sirven. Que en el apuro y en el esfuerzo he dejado de ver lo que me rodea y como va cambiando mi entorno.

Imágen de Jimmy Lawlor

Hace falta tomar perspectiva entonces desde un lugar diferente que nos permite revisar nuestra ruta, nuestros planes, nuestras necesidades y la profundidad de nuestros sueños. Empezar luego con un comienzo fresco por el camino que nos haga felices.
Imágen de Jimmy Lawlor