La búsqueda de respuestas nos lleva a viajes inesperados. Ya sea un destino al que nunca habíamos ido o explorando aspectos de nosotros mismos que no habíamos sospechado.
Cual cazador de tesoros acumulamos vivencias de viajes, nuevas experiencias, perseguimos ideas o distintas filosofías o creencias emergiendo de ello un nuevo y mejorado yo o quizás aquella parte que siempre existió esperando a despertar.
Pero para encontrar este tesoro necesitamos vivirlo desde el corazón sin juicios, vivir la experiencia tal como viene, salir de nuestra zona de confort y estar abiertos a lo nuevo, lo inesperado, hasta lo inexplicable, aquello que puede llegar a transformar toda nuestra visión del mundo y nuestra forma de pensar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario