- Nos ponemos en una posición cómoda, ya sea sentados o acostados.
- Visualizamos que nos sumergimos como en una tina o fuente del luz, calor, que nos llena de una sensación reconfortante como en una tina de agua caliente y relajante. Permitimos que ese calor nos rodee y nos llene hasta lo más profundo de nuestro ser disfrutando esta sensación reconfortante al máximo.
- Luego visualizamos que nos rodea una esfera plateada que va calmando y suavizando nuestras emociones, que nos hace sentir acogidos, nutridos, queridos y apreciados. Todas las emociones como la angustia, miedo, rabia se van calmando y acallando trayéndonos calma y así podemos respirar más tranquilos, más profunda y pausadamente.
- Después visualizamos una esfera dorada por sobre la plateada que nos trae protección, seguridad, certeza, confianza y calma. Nuestra mente se va calmando y nuestro sistema nervioso puede lograr su merecido descanso. Nuestra mente se va acallando y relajando.
- Finalmente visualizamos una esfera color índigo por sobre la dorada, del color de la noche. Esta esfera va alejando las influencias externas como ruidos, luces y cualquier cosa que pueda impedir el sueño o descanso o disminuir la calidad de nuestro sueño. Es un vasto silencio, un mar de tranquilidad o la inmensidad del cielo nocturno imperturbable y tranquilo. Una calma como la que nos trae el rumor de las olas o el suave rumos de la brisa por las hojas o una calmada lluvia sobre el techo. Solo hay calma, serenidad.
El momento ideal para realizar esta visualización es antes de dormir, preparando así cuerpo y mente para un mejor descanso. También en momentos de insomnio para ayudar a recuperar el sueño.
Ideal para combinar con las prácticas de Reiki.
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