24 ene 2006

Un nuevo comienzo

Sentía aquellas lágrimas que corrían despavoridas como perseguidas por la muerte, tan antiguas que hasta su nombre habían olvidado. No lloro por tí. Ya no lloro por lo que no será y por lo que nunca pudo ser. Por primera vez lloro por mí. Lloro de alivio por haber encontrado la fuerza para dejar todo atrás y empezar de nuevo. Por haber encontrado la fuerza para permitirme olvidar. Para dejar morir todo aquello que fue, para que brote una nueva piel en la cual bordar la sabiduría de los años.
Dejo atrás el mar embravecido para encontrar la dulce paz del lago. Bajo del risco desafiante para reencontrarme con el rio de mis sueños. Ese viento que me cortaba el alma se ha convertido en la suave brisa que me lleva de vuelta al hogar.
Se ha acabado el entrenamiento, ya estoy lista para la guerra. Ahora puedo descansar, ahora puedo observar.