27 nov 2013

Flores de Bach: Agrimony como Curador



"Enfrentaré el día con una sonrisa en los labios sin importar las dificultades y el dolor. Para qué llorar aquello que no tiene remedio o enojarme si después me tengo que desenojar. Es mejor traer armonía y ayudar a que todos sean felices."

Cuantas veces hemos enfrentado el día con esta actitud a veces hasta heroica, olvidando que todas las emociones son reales tanto física como emocionalmente, que cuando no las expresamos envenenamos nuestro cuerpo, que para que haya armonía a veces primero es necesaria la confrontación, que no expresar lo que sentimos a veces prolonga innecesariamente situaciones intolerables, que si nos guardamos la palabras por mucho tiempo podemos terminar reventando y diciendo cosas que no queríamos decir.
Por eso es tan importante aprender a dar la cara a nuestras emociones, nuestras tristezas, nuestras rabias, nuestros dolores y aprender a vivirlas, a expresarlas sanamente y en el momento oportuno. Así no nos envenenamos nosotros, ni envenenamos a los demás. Nos sacamos la máscara de la sonrisa permitiendo que la alegría nazca desde el corazón.