20 dic 2014

Flores de Bach: Red Chestnut

Flores de Bach
Red Chestnut
Grupo 1: Miedo
18 Asistentes
castaño rojo
Aesculus carnea

Condición Negativa: Preocupación por otros, anticipación de tragedias, proyectar preocupación.
Transformación Positiva: Confiar en la vida, poder cuidar de los otros sin ansiedad.

¿Te angustian y perturban los problemas de los demás?
¿Te preocupas e inquietas demasiado por tus seres queridos?
¿Te preocupa constantemente que algo malo le pueda pasar a tus seres queridos, a tu familia u otras personas que te importan?

Dr. Edward Bach: "El remedio ideal para aquellos que encuentran difícil dejar de angustiarse o inquietarse por otras personas; en muchos casos llegan incluso a dejar de preocuparse por ellos mismos, pero sufren mucho por quienes sienten afecto, augurando constantemente que algo desafortunado o desgraciado puede sucerderles."


Flores de Bach: Cherry Plum

Flores de Bach
Cherry Plum
Grupo 1: Miedo
18 Asistentes
flor de cerezo
Prunus cerasífera

Condición Negativa: Miedo a perder el control, de hacer cosas terribles.
Transformación Positiva: Calma y cordura.

¿No puedes aprender de tus experiencias?
¿Te encuentras cometiendo los mismos errores una y otra vez, tal como escoger al compañero incorrecto o permaneciendo en un trabajo que no te gusta?
¿Te cuesta más avanzar en la vida, porque eres lento para aprender de tus pasados errores?

Dr. Edward Bach: "Miedo a que la mente se descontrole, a perder la razón y cometer actos horrendos y terribles, involuntarios y que saben condenables, pero que aun así surge la idea y el impulso de cometerlos."


Flores de Bach: Aspen

Flores de Bach
Aspen
Grupo 1: Miedo
18 Asistentes
álamo temblón
Populus tremula

Condición Negativa: temores vagos de origen desconocido, ansiedad, aprensión, presagio.
Transformación Positiva: coraje para enfrentar lo desconocido y fortalecer la estructura psíquica.

¿Despiertas con una sensación de miedo o ansiedad por lo que el día pueda traer?
¿Sientes aprensión, expectación o ansiedad cuando no conoces la causa de algo?
¿A veces te preocupa que algo malo pueda pasar y no sabes que?

Dr. Edward Bach: "Miedos vagos y desconocidos sobre los que el paciente no puede dar ninguna razón ni explicación.
Aunque el paciente se siente aterrado por la sensación de que algo terrible va a suceder, no puede precisar de que se trata. Estos miedos sutiles e inexplicables pueden acechar tanto de noche como de día, y quienes los experimentan temen con frecuencia contar a los demás sus perturbaciones."


Flores de Bach: Mimulus

Flores de Bach
Mimulus
Grupo 1: Miedo
Curador
mimosa
Mimulus guttatus

Condición Negativa: miedo a las cosas cotidianas. Temor o ansiedad de origen conocido. Transformación Positiva: Valentía y coraje.

¿Eres tímido, demasiado sensitivo y con frecuencia con miedo?
¿Temes a cosas conocidas, como una enfermedad, la muerte, el dolor, las alturas, la oscuridad, serpientes, etc.?
¿Cuándo te enfrentas a una situación atemorizante, te congelas y no puedes actuar?

Dr. Edward Bach: "Para el miedo a las cosas del mundo: la enfermedad, el dolor, los accidentes, la pobreza, la oscuridad, la soledad, las desgracias. Los temores de la vida cotidiana. Estas personas soportan sus miedos en silencio y secretamente, sin hablar de ellos libremente con los demás."




Flores de Bach: Rock Rose

Flores de Bach
Rock Rose
Grupo 1: Miedo
Curador
heliantemo
Helianthemum nummularium

Condición Negativa: terror, miedo paralizante, pánico, espanto.
Transformación Positiva: valentía, trascendencia y coraje, poder enfrentar las emociones más temibles que habita en el ser humano.

¿Te sientes desvalido y te congelas al enfrentar tus miedos?
¿Sientes pánico y terror?
¿Tienes pesadillas?

Dr. Edward Bach: "Es el remedio indicado para emergencias, accidentes, ataques o enfermedades repentinas, especialmente en casos desesperados, cuando el paciente se encuentra muy asustado o aterrorizado, o si la situación es lo suficientemente grave para aterrorizar a quienes lo acompañan. Si el paciente no está consciente, el remedio puede administrársele humedeciendo los labios.
Además, quizás sea necesario complementar con otros remedios, por ejemplo, Clematis si se encuentra inconsciente o en un profundo estado de somnolencia; Agrimony si se siente torturado por el dolor, etc."


14 dic 2014

Cuando entregamos nuestro poder personal

En una cultura que nos inculca de pequeños a respetar y obedecer sin cuestionar lo que nos dicen es muy común que una gran parte de nuestro poder personal resida en otros, ya sean personas tangibles como nuestros padres, hermanos, amigos, la pareja, el jefe, o intangibles como el gobierno, la policía, bancos, el sistema de salud o la iglesia. Confiamos en lo que nos dicen y seguimos sus consejos sin convertirlo en una opción propia. En especial cuando la autoestima es baja o está lastimada se acepta incluso aquello con lo que no estamos de acuerdo, aceptamos manipulaciones y agresiones justificadas bajo una sombra de cariño, confianza o miedo, llevando a una espiral descendente de destrucción del yo.

Para poder ver esto y hacerlo consciente muchas veces se necesita tocar fondo, llegar a ese punto en que se vuelve inaguantable, insoportable, intolerable para nuestra propia sobre vivencia, sintiendo que un segundo más de lo mismo nos destruirá. Un golpe lo suficientemente fuerte para obligarnos a abrir los ojos y darnos cuenta que nos hemos convertido en esclavos inconscientemente de un situación que nunca quisimos y que hemos abandonado nuestro propósito de vida y nuestra identidad.

Empieza entonces el camino de vuelta para recordar quienes somos, recuperar nuestros propios sueños, cambiar y sacar de nuestra vida aquello que nos hace mal, aquello que nos enferma, aquello que no es nuestro, aquello que no nos deja avanzar. Puede ser un cambio interior como aprender a ver las cosas con otra mirada, apoderándonos, valorándonos en la justa medida o desarrollando la compasión tanto por uno mismo como por los demás. O puede ser un cambio exterior que nos lleve a concretar nuestra propia realidad, como empezar a poner límites cuando y donde corresponde, aprender a pedir y hasta exigir lo que nos corresponde, como que se nos trate con respeto, nos paguen adecuadamente nuestro trabajo, pedir un aumento de sueldo o buscar un mejor trabajo o cobrar lo que se nos debe. 

Darnos cuenta de lo importante que es no hacernos cargo de la vida y las emociones de los demás. Siempre que tratemos a los demás con respeto y razonablemente, no tenemos porqué hacernos cargo de escándalos, exabruptos emocionales o agresiones, no tenemos porque hacernos cargo de los problemas y situaciones de los demás. Siempre es bueno dar una mano, un hombro en el que apoyarse, pero nunca convertirse en una muleta para el otro. Sino, tarde o temprano nos agotaremos y ya no podremos llevar ni nuestro propio peso y el otro nos echará la culpa de no poder caminar.

Cuando permitimos que alguien o algo exterior nos cambie o nos defina de una manera que no tenga que ver con nuestra propia experiencia estamos alejándonos de nuestro auténtico yo, dando paso a miedos, inseguridades, insatisfacción, resentimiento o toda una variedad de emociones que empiezan a acumularse inconscientemente. Terminamos convirtiéndonos en autómatas involuntarios que seguimos un programa que no es el nuestro llevando una vida que día a día va perdiendo sentido. Por eso es necesario que todo lo que escuchemos lo pasemos por el filtro de nuestra propia conciencia. Aunque lo digan nuestros padres, nuestro guía espiritual, el mayor guru o un gran científico o experto en un área. Aunque sea una gran verdad o haga mucho sentido, no tiene porque ser mi verdad. No es necesario pelear o discutir, pero es muy importante resguardar nuestra propia realidad y nuestros actos.

Es posible que en el trabajo, el colegio o la casa no siempre estemos de acuerdo, podemos considerar algo innecesario, inútil o que hay mejores maneras de hacer las cosas. El que hagamos lo que nos piden no significa que empecemos a pensar cómo el otro. Podemos aprender de la experiencia, pero siempre desde nosotros mismos, permitiéndonos equivocarnos y así con bases sólidas poder saber y poder afirmar sí algo está bien o no. Podemos aprender de la propia experiencia o a través de la observación, lo importante es aprender desde nosotros y siempre estar abiertos a nuevos conocimientos, aunque estos transformen toda nuestra realidad.
Siempre hay realidades que primero debemos aceptar tal cual las enseñan, cómo 1+1=2. Al menos hasta que hemos aprendido lo suficiente y tengamos la experiencia cómo para cuestionar hasta lo más básico con los fundamentos adecuados.

Puede ser cómodo y fácil entregar el poder personal dejando que otros decidan cómo debemos vivir la vida, qué es cierto y qué es el falso, qué es bueno y qué es malo, pero hay un costo mayor. El costo de no ser individuos, de no ser creadores de nuestra realidad, que nuestra felicidad esté en manos de otros y aún cuando creemos lograrla no somos realmente felices, porque no es nuestra felicidad, sino lo que alguien más considera que es felicidad.

Cuando nos hacemos cargo de nuestra propia felicidad, de nuestro propio camino, de nuestra propia realidad, el camino puede no ser fácil, pero nuestro corazón nos dará la fuerza y nos guiará hacia lo que realmente queremos. Nos podremos caer, pero no nos daremos por vencido, porque la meta es nuestro más preciado tesoro.


13 nov 2014

Las Realidades Sutiles

Cada momento de nuestra vida vamos creando miles de posibles realidades y cada segundo vamos escogiendo sólo una de ellas desde nuestros pensamientos, nuestras emociones, desde nuestro subconsciente, nuestros programas mentales, mandatos, etc. Vamos creando nuestra realidad a un nivel hasta insospechado y mientras más energía o consciencia tengamos es aún más grande el efecto sobre las realidades que vamos creando y eligiendo, aunque seamos inconscientes de esto último.

Por ejemplo, sí decretamos que este año ha sido horrible, el inconsciente va a empezar a buscar y elegir realidades horribles hasta que termine el año, como haciendo que tengamos accidentes, acercándose a personas que nos hagan daño, haciendo que digamos o hagamos algo en el momento inoportuno dejándonos en mala luz o provocando animosidades o problemas.

Sí tenemos programado en nuestro subconsciente que estamos indefensos ante el sistema nos entregamos sin luchar y nos sentiremos víctimas de un sistema abusivo.

Sí creemos que las situaciones que pasan son algo personal en contra de nosotros nos auto invalidamos de hacernos cargo de lo que está en nuestras manos y simplemente dejar pasar las cosas a las que no vale la pena darle importancia, porque el darle más vueltas de lo necesario sólo nos aferra al sufrimiento.

O declarar que una persona es mala y me está haciendo daño genera un lenguaje corporal, una energía, una animosidad que provoca el odio en el otro y sólo alguien de un nivel de consciencia muy elevado puede darse cuenta y evitar reaccionar negativamente. Por eso el inconsciente suele buscar a personas que entren en este juego de enemistades.

Los que mayor parte juegan en esto son las ideas, pensamientos y emociones muy intensas y obsesivas. Sí estamos muy pegados con algo o con alguien esto va determinando nuestra realidad de manera casi abrupta. Por eso es que se vuelve tan importante ir sanando lo que nos pasa en nuestro día a día,  pero igual de importante es irnos conociendo cada vez con mayor profundidad, hacer introspección, hacernos cargo de lo que sucede y observar a fondo para qué nos sucede lo que nos sucede, que necesitamos aprender. Y en la medida que logramos un mayor auto conocimiento, vamos trayendo el subconsciente a la luz, vamos achicando nuestro punto ciego y traemos armonía a nuestras vidas.

Pero el cambio no puede ser solo mental, no puede ser solo en el mundo de las ideas y pensamiento, ya que son de muy corto plazo y nuestro subconsciente nos termina boicoteando. La transformación tiene que ser profunda, abarcando todo nuestro ser. No significa cambiar quienes somos, sino transformarnos en quienes realmente somos y de lo que nos hemos alejado por un historial de heridas, por el condicionamiento familiar y social, entre otras cosas. Es rearmar y sanar nuestra propia identidad, un peregrinaje interior hacia nuestro propio yo, construir un yo sano e incluso trascenderlo. Dejar el lastre atrás y escoger una vida más feliz.

El camino no es fácil, es todo un desafío lleno de dificultades, pero la recompensa es como haber subido a la cumbre de nuestra mayor montaña.