23 ene 2007

Emociones reales o simple fantasía

Es increible lo que te trae a veces un cambio de vida. Dejé atrás casa, trabajo, amigos, el mar, para empezar una vida nueva. Encontré un nuevo hogar acogedor. Un nuevo trabajo con personas valiosas. Una maravillosa vista a la cordillera con la que se me hincha de felicidad el corazón. Poder estar más cerca de otros amigos. Y por fin, un verdadero empezar de nuevo. Pero para que haya un nuevo comienzo es necesario sanar las viejas heridas. Verter las últimas lágrimas. Decir el último adiós. Hasta que caminar en esas viejas habitaciones ya no signifique nada. El ver aquellos rostros o escuchar aquellos nombres ya solo sea parte del pasado. Es una parte de mi, pero ya un camino aprendido, un camino recorrido por el que no necesito volver. Caen los recuerdos como ropas viejas que deshecho porque ya no me sirven. Reviven por un segundo para luego desaparecer. Y de a poco se va liberando el peso en mi corazón. De a poco se va calmando la mente. Pero al silenciar aquello que ya no necesita estar ahí salta a quien más he postergado. Salta mi corazón con un férreo deseo de amar. Grita con la certeza de la cercanía de alguien que aún no conozco. Me demanda amor, me demanda esperanza. Me suplica el calor que tan solo te da la piel del ser amado. ¿Pero que hago con un corazón henchido de amor sin que haya un ser amado? No puedo correr el riesgo de ponerle simplemente un rostro y caer en una trampa de mi mente. ¿Puedo acaso creerle a ese corazón lastimado que es cierto que existe mi alma gemela? ¿Que está tan cerca que casi tropiezo con ella? Como exigirle prudencia si lo he tenido amarrado tanto tiempo. Con un nuevo comienzo viene la promesa de una nueva vida y un mar de posibilidades. Es necesario buscar la fortaleza para creer que todo es posible. Necesito pedirle prudencia a mi mente y darle un escape a mis sentimientos. Las respuestas vendrán solas. Tan solo debo seguir caminando hacia aquel horizonte que estoy forjando.

1 comentario:

Rodrigo Burgos Nocetti dijo...

Seremos tus ayudantes en este caminar.

Tus amigos...