29 mar 2014

Flores de Bach: Impatiens como Curador

Luchamos por nuestros sueños, nuestras metas, nuestros ideales, nuestros seres amados. Luchamos contra la injusticia, para proteger, para mejorar las cosas, por un mundo mejor. Luchamos para ser los primeros, los mejores, para vencer nuestros propios límites. Luchamos tanto que se nos olvida que el camino mismo y quienes nos rodean son tan importantes como la meta y que a veces la mejor estrategia no es luchar, sino detenerse, observar el entorno, ver quienes están a nuestro lado, meditar, conversar y si hace falta desarrollar un nuevo plan, tomar un nuevo camino, aprender que hay soluciones a las que conocemos, desarrollar nuevas habilidades o que a través de la quietud y el ejemplo a veces se pueden lograr más cosas que con la lucha activa.
Es importante el esforzarse, avanzar, luchar, lograr cosas, pero es igual de importante tomarse los tiempos para observar, asimilar, planificar y transformar el conocimiento y las experiencias vividas en sabiduría.

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